A continuación copio una misma historia repetida tres veces, es decir, la misma historia es contada en esta Biblia en el libro del Génesis, capítulos 12, 20 y 26. En los capítulos 12 y 20 los actores son Abraham y su esposa Sara. La primera historia cuenta que los eventos ocurren en Egipto, en el capítulo 20 se vuelve a contar la misma historia pero esta vez los hechos ocurren en la ciudad de Guerar, obviamente, en tiempos diferentes. En el capítulo 26 los personajes son Isaac y su esposa, esta vez también los eventos ocurren en la ciudad de Guerar.
En realidad no debería llamar a sorpresa o a preguntarse porque la misma historia es contada en tres diferentes versiones en un libro, supuestamente, inspirado por Dios. Aun siendo esto una exageración, los manuscritos han sido revisados por los doctores de la iglesia y estos han decidido mantener como canónicos las tres versiones de una misma historia, lo que nos indica que todo lo que hay en esta historia es la participación real y única de los humanos falibles.
La tradición oral, los testimonios orales pueden ser fuente para la construcción de una fe a la cual pueden adherirse los que deseen; pero lo que ha ocurrido a lo largo de la historia de dos mil años es que estas creencias han sido impuestas por la fuerza, por coacción y extorsión por autoridades político-religiosas, fuerzas que aun en el siglo XXI siguen ejerciendo en muchos lugares del mundo “civilizado”, donde los poderes religiosos no han podido ser separados del poder político. Muchos van a pretender negarlo porque no tienen conciencia que viven dominados por estas fuerzas coercitivas. Las teocracias, aun en las naciones civilizadas, están agazapadas en algún recodo del camino de la historia, prestos a dar el zarpazo.
Génesis 12:10 Abraham en Egipto
10 Y hubo hambre sobre la tierra; y bajó Abram a Egipto, para peregrinar allí, que prevalecía el hambre sobre la tierra. 11 Y aconteció, cuando se acercaba Abram a entrar en Egipto, dijo a Sarai, su mujer: «Conozco que mujer bella de faz eres; 12 será, pues, que, cuando te vieren los egipcios, dirán: que «Mujer de él es ésta»; y matáranme y a ti reservarán. 13 Di, pues, que: «Hermana de él soy», para que bien me vaya por ti y viva mi alma por ti». 14 Y aconteció, al entrar Abram en Egipto, viendo los egipcios a la mujer que bella era sobre modo, 15 verla también los príncipes de Faraón y alabarla ante Faraón; y fue traída la mujer a casa de Faraón. 16 Y a Abram bien trataron por ella; y fuéronle ovejas, y bueyes, y asnos, y siervos, y siervas, y asnas y camellos. 17 Y azotó Dios a Faraón con azotes grandes, y a su casa, por Sarai, la mujer de Abram. 18 Y llamó Faraón a Abram y díjole: «¿Qué es esto que me has hecho? ¿Por qué no me significaste que era tu mujer? 19 ¿Por qué dijiste que era tu hermana, para que me la tomase por mujer? Pero ahora, he aquí tu mujer, tómala y vete». 20 Y mandó Faraón acerca de Abram a varones, y condujéronle, y a su mujer y todo lo que tenía.
Génesis 20:1…18 – Abraham en Guerar
1 Y partió de allí Abrahán a «la tierra del mediodía», y habitó entre Cadés y Sur; y peregrinó en Gerar. 2 Y dijo Abrahán de Sara su mujer: «Hermana mía es». Y envió Abimelec, rey de Gerar, y llevóla. 3 Pero vino Dios a Abimelec, en sueño, de noche, y díjole: «Hé aquí morirás por la mujer que has llevado; pues tiene marido». 4 Y Abimelec no la había tocado, y dijo: «Señor ¿a gente ignorante y justa matarás? 5 ¿No me dijo él mismo: «Hermana mía es»; y ella dijo: «Hermano mío es? En sencillez de mi corazón y en pureza de mis manos he hecho esto». 6 Y dijo a él Dios: «También yo sé que con sencillo corazón le has hecho; y por esto te guardé que no pecaras contra mí, y no permití que la tocaras. 7 Y ahora devuelve la mujer al hombre; que profeta es; y orará por ti, y vivirás. Mas, si no quisieres devolverla, sábete que morirás tú y todo lo tuyo». 8 Y madrugó Abimelec al alba y llamó a todos sus siervos, y habló todas estas palabras en las orejas de ellos; y temieron todos los hombres sobremanera. 9 Y llamó Abimelec a Abrahán y díjole: «¿Qué nos has hecho? ¿Qué hemos pecado contra ti que has traído sobre mí y sobre el reino mío pecado grande? Cosas que no debiste hacernos has hecho». 10 Y dijo: «¿Qué has visto que hiciste esto?» 11 Y dijo Abrahán: «Pensé dentro de mí, diciendo: «Acaso no hay temor de Dios en este lugar; y me matarán por mi mujer. 12 Pero también verdaderamente hermana mía es: hija de mi padre, pero no hija de mi madre; y fue hecha mi mujer. 13 Y aconteció, cuando Dios me sacó de casa de mi padre, díjela: «Esta piedad harás conmigo: en todo lugar, donde entráremos, dirás que soy tu hermano». 14 Y tomó Abimelec ovejas, y bueyes y siervos, y siervas, y dio a Abrahán. 15 Y díjole: «He aquí mi tierra delante de ti está: donde te pluguiere, habita». 16 Y a Sara dijo: «He aquí he dado mil didracmas a tu hermano: Esto te será para honra de tu rostro(a) y a todas las contigo; y en todo justificada seas». 17 Y oró Abrahán a Dios, y sanó Dios a Abimelec y a su mujer y sus siervas; y parieron; 18 pues cerrado había Señor toda matriz en la casa de Abimelec, por Sara, la mujer de Abrahán.
Génesis 26:6…12 – Isaac en Guerar
1 Y hubo hambre sobre toda la tierra; fuera del hambre, la anterior que hubo en los días de Abrahán; y se fue Isaac a Abimelec, rey de los filisteos, a Gerar. 2 Y aparecióle Señor y dijo: «No desciendas a Egipto, sino que habita en la tierra que yo te dijere. 3 Y peregrina en esta tierra, y seré contigo, y te bendeciré; pues a ti y a tu simiente daré todas estas tierras; y confirmaré el juramento mío que juré a Abrahán tu padre. 4 Y multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y daré a tu simiente todas estas tierras, y serán benditas, en tu simiente, todas las gentes de la tierra; 5 por esto: por haber obedecido Abrahán a mi voz y guardado mis preceptos, y mis mandamientos, y mis disposiciones y mis leyes». 6 Y habitó Isaac en Gerar.
7 Y preguntaron los varones del lugar acerca de su mujer, y dijo: «Hermana mía es»; pues temió decir: «Mi mujer es»; no fuese que le matasen los varones del lugar, por Rebeca, pues hermosa de faz era. 8 Y aconteció que, después de habitar mucho tiempo allí, mirase Abimelec, rey de Gerar, por la ventana y le viese jugar con Rebeca su mujer. 9 Y llamóle y dijo: «Por cierto mujer tuya es. ¿Por qué has dicho: «Hermana mía es»? Y díjole Isaac: «Porque dije: «No sea que yo muera por causa de ella». 10 Y dijo Abimelec: «¿Qué nos has hecho esto? por poco no duerme alguien de mi linaje con ella y traes sobre nosotros una culpa». Y mandó a todo el pueblo, diciendo: 11 «Quien tocare a este hombre o su mujer, de muerte morirá». 12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y halló en aquel año el céntuplo: y bendíjole Señor.